Cabo Cortés, otro pufo de la CAM a cubrir por el Sabadell
La promotora alicantina Hansa
Urbana, que tiene entre sus accionistas a la CAM, compró, hace cinco años, 35,5
millones de metros cuadrados en el estado mexicano de Baja California Sur, para
hacer, como la propia promotora decía entonces, “el mayor complejo
turístico-residencial de la zona”. La operación supondría una inversión de mil
millones de dólares (cerca de 740,2 millones de euros), con un puerto
deportivo, dos campos de golf, 30.000 habitaciones y 5.000 viviendas para los
trabajadores.
Hansa Urbana comentaba también su
intención de iniciar la comercialización, entre clientes de alto nivel
adquisitivo, de las unidades hoteleras y residenciales que construirá frente al
Mar de Cortés, a 45 minutos del aeropuerto internacional de San José de Los
Cabos, en 2008.
Cabo Cortés hubiera sido el
segundo proyecto de Hansa Urbana en México, donde la empresa ya estaba Novo
Cancún, con una inversión de 325 millones de dólares (240,5 millones de euros).
La CAM
aprobó otros dos créditos a Hansa Urbana, de 65 y 139 millones de euros, con los
que la caja participará al 50% en las inversiones del presidente de Hansa
Urbana, Rafael
Galea, en México.
La relación entre la CAM –la
entidad en manos de Banco Sabadell– y Hansa Urbana va mucho más allá de la mera
relación empresarial. No fueron pocas las llamadas de atención dirigidas por el
Banco de España sobre la generosidad demostrada por la CAM con aquellas
empresas, como la dirigida por Galea, en las que participaba y que pasaban por
momentos de apuro. Fueron en vano. Siempre la misma excusa, que la declaración
de un concurso de acreedores supondría un mayor quebranto para la caja ya que
sería la última en cobrar al ser también propietaria.
La CAM posee un 30% de Hansa
Urbana y, para evitar llevarla a concurso, ha aceptado, en pago por su abultada
deuda, varios terrenos en Zaragoza, Valladolid y México, entre ellos los de
Cabo Cortés.
Hace ahora un año, fue la entonces
directora general de la caja, María Dolores Amorós, la que propuso la operación
de condonación de deuda devolviendo un favor anterior que la inmobiliaria había
realizado. ¿Qué favor? Seis meses antes, en diciembre de 2010, la familia
Galea, había aceptado participar en una doble operación que permitió a la CAM
anotarse unas plusvalías de 40 millones. Cantidad que facilitó a la entidad financiera
declarar beneficios en el ejercicio de 2010 a pesar de la elevada morosidad que
arrastraba.
Ahora, en los terrenos de Cabo
Cortés no se va a poder hacer nada. México ha vetado definitivamente el
megaproyecto. El presidente Felipe Calderón lo confirmaba por su negativo
impacto ambiental sobre el contiguo Parque Nacional Marino de Cabo Verde.
Desde Banco CAM no pierden las esperanzas,
y confían en que el proyecto, modificado, salga adelante y, a tenor de las
propias palabras del mandatario mexicano en su cuenta de Twitter, puede que
sepan de qué hablan. “Acompañaremos a los inversionistas de Cabo Cortés a
desarrollar un nuevo proyecto turístico que sí sea sustentable”, comentaba
Calderón.
Publicado 16th June 2012 por golondrina
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