jueves, 16 de mayo de 2013

Cabo Cortés, otro pufo de la CAM a cubrir por el Sabadell



La promotora alicantina Hansa Urbana, que tiene entre sus accionistas a la CAM, compró, hace cinco años, 35,5 millones de metros cuadrados en el estado mexicano de Baja California Sur, para hacer, como la propia promotora decía entonces, “el mayor complejo turístico-residencial de la zona”. La operación supondría una inversión de mil millones de dólares (cerca de 740,2 millones de euros), con un puerto deportivo, dos campos de golf, 30.000 habitaciones y 5.000 viviendas para los trabajadores.
Hansa Urbana comentaba también su intención de iniciar la comercialización, entre clientes de alto nivel adquisitivo, de las unidades hoteleras y residenciales que construirá frente al Mar de Cortés, a 45 minutos del aeropuerto internacional de San José de Los Cabos, en 2008.
Cabo Cortés hubiera sido el segundo proyecto de Hansa Urbana en México, donde la empresa ya estaba Novo Cancún, con una inversión de 325 millones de dólares (240,5 millones de euros). La CAM aprobó otros dos créditos a Hansa Urbana, de 65 y 139 millones de euros, con los que la caja participará al 50% en las inversiones del presidente de Hansa Urbana, Rafael Galea, en México.
La relación entre la CAM –la entidad en manos de Banco Sabadell– y Hansa Urbana va mucho más allá de la mera relación empresarial. No fueron pocas las llamadas de atención dirigidas por el Banco de España sobre la generosidad demostrada por la CAM con aquellas empresas, como la dirigida por Galea, en las que participaba y que pasaban por momentos de apuro. Fueron en vano. Siempre la misma excusa, que la declaración de un concurso de acreedores supondría un mayor quebranto para la caja ya que sería la última en cobrar al ser también propietaria.
La CAM posee un 30% de Hansa Urbana y, para evitar llevarla a concurso, ha aceptado, en pago por su abultada deuda, varios terrenos en Zaragoza, Valladolid y México, entre ellos los de Cabo Cortés.  
Hace ahora un año, fue la entonces directora general de la caja, María Dolores Amorós, la que propuso la operación de condonación de deuda devolviendo un favor anterior que la inmobiliaria había realizado. ¿Qué favor? Seis meses antes, en diciembre de 2010, la familia Galea, había aceptado participar en una doble operación que permitió a la CAM anotarse unas plusvalías de 40 millones. Cantidad que facilitó a la entidad financiera declarar beneficios en el ejercicio de 2010 a pesar de la elevada morosidad que arrastraba.
Ahora, en los terrenos de Cabo Cortés no se va a poder hacer nada. México ha vetado definitivamente el megaproyecto. El presidente Felipe Calderón lo confirmaba por su negativo impacto ambiental sobre el contiguo Parque Nacional Marino de Cabo Verde.
Desde Banco CAM no pierden las esperanzas, y confían en que el proyecto, modificado, salga adelante y, a tenor de las propias palabras del mandatario mexicano en su cuenta de Twitter, puede que sepan de qué hablan. “Acompañaremos a los inversionistas de Cabo Cortés a desarrollar un nuevo proyecto turístico que sí sea sustentable”, comentaba Calderón.
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