Proyecto turístico “varado” por burocracia: compañía española

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Empresarios españoles se quejan de la tramitología, falta de certidumbre y voluntad de las autoridades federales, situación que tienen parada una inversión de 2 mil millones de dólares (mdd) para la construcción de un desarrollo turístico que generará alrededor de 4 mil empleos en Cabo Cortés, ubicado en la península de Baja California.
Jesús Guilabert, presidente de la desarrolladora Hansa Urbana, reveló que la compañía española compró ese terreno en 2005 para construir un desarrollo turístico sustentable y, a pesar de que han cumplido con los requisitos solicitados por las autoridades no han podido iniciar las obras, debido a un recurso extemporáneo de inconformidad.
El proyecto, según informaron Guilabert Boyer y Raúl Arriaga, incluye la construcción de 15 hoteles, 8 mil viviendas, una marina para 490 embarcaciones, dos campos de golf y comercios.
El terreno tiene una superficie de 3 mil 800 hectáreas, de las cuales 2 mil 500 hectáreas (70% del total) se destinarán a una área ecológica de conservación, y las otras mil 300 hectáreas (30% restante) serán de aprovechamiento y, a su vez, contarán con áreas verdes y de esparcimiento.
En entrevista, Jesús Guilabert explicó que el proyecto es a largo plazo (de 30 a 40 años) y, en ese tiempo, se estima invertir 2 mil millones de dólares; sin embargo, la primera fase está contemplada a 10 años y en ella se invertirán entre 600 mdd y 800 mdd.
Agregó que de las 8 mil viviendas que se construirán, entre mil y mil 500, se destinarán a una unidad habitacional para las familias de personas que trabajen en el proyecto.
Como el desarrollo es a largo plazo, se pretende que los trabajadores cuenten con escuela para sus hijos, clínica, iglesia, parques, estaciones de policía y de bomberos, así como áreas deportivas, pero la construcción se ha dilatado ante el rechazo de Greenpeace y otras ONG ambientales que pretenden echarlo abajo mediante un recurso extemporáneo.
“Los elementos ambientales, como son la conservación de la flora y la fauna, están cubiertos, y ahora nos ponen condicionantes para la construcción de la marina, para todo; estamos pidiendo a Semarnat que nos precise cómo quiere que se cumpla, porque hay criterios que no entendemos, cuando ofrecemos cumplir por encima de la norma”.